El apiñamiento dental es una de las quejas más comunes de pacientes que están interesados en tratamiento de ortodoncia.

Se caracteriza por una discrepancia entre el tamaño de los dientes y la dimensión del arco dental.

Como resultado del espacio limitado disponible se observan dientes rotados y/o bloqueado fuera del arco.

Cuando existen espacios interdentales amplios, también conocidos como dientes diastemas, puede haber un impacto significativo tanto en la función como en la estética del individuo.

Posibles causas de estos efectos incluyen:

Antecedentes genéticos, microdoncia (dientes pequeños), extracción dentales, frenillos, alteraciones en la erupción de los dientes, hábitos desfavorables (sección digital prolongada, deglución atípica, etc.), patologías, entre otros.

El tratamiento de las separaciones entre los dientes requiere de una evaluación comprensiva, y en ocasiones multidisciplinaria, para determinar la mejor opción para consolidar espacios extensos.

En una mordida abierta, los dientes maxilares no tienen contacto con los dientes mandibulares cuando el individuo muerde y se observa un espacio abierto. Esta maloclusión puede ser clasificada como dental, esqueletal, o una combinación de ambas.

Se presenta cuando al morder normalmente, los dientes superiores no caen levemente por delante de los inferiores anteriores o ligeramente por fuera de los dientes inferiores posteriores.

Una mordida profunda se caracteriza por la superposición vertical excesiva de los dientes anteriores maxilares sobre los dientes mandibulares. La causa más común de este tipo de mordida es cuando la mandíbula es más pequeña en comparación a la quijada superior. También se puede observar una mordida profunda por ausencia de un diente mandibular.

Se produce cuando la línea imaginaria que divide en el centro a los dientes anteriores superiores no se alinea con la de los dientes inferiores.